La válvula EGR tiene como objetivo reducir los gases contaminantes, en concreto el óxido de nitrógeno. Se encuentran tanto en motores gasolina y diésel, aunque su efecto se potencia más en el segundo ya que emite más emisiones del gas mencionado.
UBICACIÓN
Se ubica entre el colector de admisión y el escape, y permite que parte de los gases de escape vuelvan a la cámara de combustión a través del colector de admisión para que se vuelva a quemar.
TIPOS
Actualmente existen 2 tipos de válvulas EGR:
- Neumáticas: Actualmente hay pocos coches que utilicen este tipo de válvulas. Funciona a partir del vacío que genera el colector de admisión y la fuerza que se aplica sobre un muelle que abre y cierra en función de la presión que se ejerce. La cantidad de vacío que recibe la válvula es regulada por un solenoide eléctrico.
- Electrónicas: Permiten un control más preciso de la cantidad de gases de escape que recirculan a la admisión. Este tipo de válvulas no funcionan a partir del vacío, sino que son accionadas de manera eléctrica.
POSIBLES SINTOMAS DE FALLO
Un elemento que suele provocar los siguientes síntomas es la obstrucción por carbonilla. Aún así no comprometen la seguridad del vehículo, pero reducen su vida útil. Cuando la EGR presenta un problema, generalmente la ECU del motor levanta un fallo (y enciende el testigo de avería motor en el cuadro) que puede limitar las prestaciones y/o la funcionalidad del motor.
- Emisión de gases nocivos
- Aumento del consumo de combustible
- Pérdida de potencia del motor.
- Tirones del vehículo en circulación.
